«La reacción del Departamento de Estado ante el asesinato de Daria Dúguina y la evidencia presentada por Rusia de la huella ucraniana desacredita la actividad internacional de Estados Unidos en la vía de los derechos humanos», escribió la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en Telegram.
Zajárova precisó que el portavoz del organismo estadounidense Ned Price, al comentar la muerte de la joven activista rusa, manifestó la víspera que Washington condena de manera inequívoca el asesinato de civiles dondequiera que se produzca.
Sin embargo, el funcionario señaló que no tenía nada que decir sobre el caso, salvo que Ucrania negaba cualquier implicación en el atentado.
«Washington no tiene ningún derecho moral para juzgar los derechos humanos en lugares remotos del mundo, ya que el asesinato de la periodista ni siquiera se comenta desde ese lado, tan importante para las autoridades estadounidenses”, manifestó la diplomática rusa.
Asimismo, agregó que desde la Casa Blanca al parecer no se dieron cuenta de que el caso involucra a una figura pública.
Daria Dúguina, de 30 años de edad, hija del filósofo y activista Aleksánder Duguin reconocido por sus posturas antioccidentales, falleció la noche del 20 de agosto cuando su vehículo estalló en una carretera de la región de Moscú mientras regresaba del festival literario y musical Tradición, al cual asistió como invitada de honor.
El Comité de Investigación de Rusia informó que un artefacto explosivo con 400 gramos de TNT fue colocado en el auto, provocando una detonación a distancia por la cual la víctima murió en el acto.
El 22 de agosto, el Servicio Federal de Seguridad ruso comunicó que su asesinato lo prepararon los servicios especiales de Ucrania y lo cometió la ucraniana Natalia Vovk, quien huyó a Estonia tras perpetrar el crimen.
Sin embargo, el asesor de la Oficina presidencial de Kiev, Mijaíl Podoliak, negó rápidamente la implicación de su país en el crimen.
El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto por el cual la nación euroasiática concedió a la fallecida la Orden de Valentía a título póstumo.
Dúguina trabajó como periodista en coberturas sobre los acontecimientos de la operación militar de Moscú en la región de Donbass, así como en la ciudad de Mariupol, incluso desde la planta siderúrgica Azovstal, donde permanecieron por cerca de dos meses nacionalistas ucranianos atrincherados con rehenes civiles.
En junio, la reportera fue incluida en la lista de sancionados del Reino Unido «por difundir desinformación» sobre el conflicto en Ucrania.
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