El estudio –que se dará a conocer esta semana durante el congreso de SEC- respalda una relación causal entre la contaminación atmosférica y los infartos.
Durante la investigación los científicos descubrieron que los fumadores –que ya inhalan humo- no se vieron afectados por el aire contaminado.
Los especialistas investigaron la relación entre el óxido nítrico, las partículas PM10 y el clima.
En cuanto a la contaminación el infarto de miocardio fue más frecuente en los días con altas concentraciones de óxido nítrico, con una incidencia del 1,0 por ciento mayor por cada 10 microgramos por metro cúbico de aumento, señaló el comunicado de la SEC.
El evento cardiovascular también era más frecuente cuando se registraba una concentración media elevada de partículas PM10 en los tres días previos al accidente, con una incidencia de 4,0 por ciento mayor por cada 10 microgramos por metro cúbico de aumento.
Mientras, la incidencia del infarto entre los fumadores no se vio afectada por las concentraciones de óxido nítrico y partículas PM10.
En cuanto al clima, la dolencia estaba significativamente relacionada con la temperatura máxima, reduciéndose en un por ciento por cada 10 grados de aumento de la temperatura.
“La contaminación atmosférica es una causa que contribuye al infarto de miocardio, dado que el óxido nítrico y las partículas PM10 promueven la inflamación, y la aterosclerosis está causada en parte por procesos inflamatorios”, según los científicos.
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