Escalaremos esta protesta, a menos que los empleadores regresen con una oferta mejor, porque es ridículo que estén obteniendo enormes ganancias, y les pidan a los trabajadores que acepten un recorte de sueldo, anunció Sharon Graham, secretaria general de Unite, gremio que representa a unos dos mil obreros portuarios en la mayor terminal de contenedores del país.
Graham, quien este miércoles se reunió con los huelguistas cerca de la entrada a uno de los muelles, afirmó que hasta el momento la empresa que administra el puerto no ha presentado una propuesta aceptable, por lo que el paro, comentó a periodistas, podría extenderse hasta la próxima Navidad.
Según Unite, el alza del siete por ciento ofrecido por la patronal resulta insuficiente frente a una inflación que se situó en el 10,1 por ciento en julio, y amenaza con superar el 18 por ciento en 2023.
La huelga, primera que tiene lugar en la principal instalación portuaria del Reino Unido desde 1989, amenaza con causar serias interrupciones en la cadena de suministros, y se suma a las protestas que afectaron en los últimos días el transporte ferroviario británico, el metro de Londres y el servicio de ómnibus capitalinos.
Al igual que los estibadores y operadores de grúas y maquinarias del puerto de Felixstowe, esos trabajadores, a los que se unirán en breve los empleados de correos y los abogados, también exigen un incremento salarial que les permita hacer frente a la crisis del costo de la vida que afecta a millones de británicos.
Este miércoles, el Congreso de Sindicatos británicos, que representa a 14 gremios nacionales, exigió al gobierno aumentar de inmediato el sueldo mínimo de todos los trabajadores a 15 libras la hora (unos 17 dólares).
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