La semana pasada, Biden mantuvo una conversación telefónica con Putin, durante la cual reiteró su disposición a construir relaciones estables y predecibles con Moscú, y propuso mantener una reunión personal en un tercer país. En declaraciones al canal de televisión Rusia 1, el canciller ruso aseguró que la iniciativa fue tomada con ‘positividad y ahora está siendo examinada’.
Yuri Ushakov, asesor del mandatario, dijo antes que Putin y Biden podrían reunirse en junio.
La posible cumbre ha sido muy bien recibida por políticos y observadores, quienes han manifestado su preocupación por el estado actual de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad nacional, Dmitri Medvedev, señaló en días recientes que el retroceso en las relaciones con la Casa Blanca es peligroso porque podría desembocar en una confrontación militar directa.
En un artículo de su autoría publicado por la agencia de noticias RIA Novosti, el político comentó que en estos momentos cualquier paso erróneo o falta de paciencia ‘puede hundir a todo el mundo en un abismo de problemas complicadísimos y plantear una amenaza de confrontación militar directa’.
El expresidente ruso subrayó que esta crisis en los vínculos entre Moscú y Washington puede ser ‘fundamento favorable para la aparición de períodos aún más graves’.
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