A través de su cuenta oficial en Twitter, el Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba señaló cómo la política de Washington impide conseguir los recursos necesarios para garantizar los medicamentos del sistema de salud.
La asociación mencionó entre otros efectos del cerco económico, comercial y financiero el incremento de los costos de los insumos imprescindibles para el desarrollo de candidatos vacunales.
‘Los proveedores habituales se negaron a suministrarlos por temor al impacto de la brutal política del bloqueo contra sus compañías’, enfatizó BioCubaFarma.
Sin embargo, en esas condiciones los científicos de Cuba lograron avanzar en cinco propuestas para inmunizar contra la enfermedad de la Covid-19, de las cuales dos ya están en fase III de ensayos clínicos.
Según apuntó el grupo empresarial, la persecución financiera del Gobierno norteamericano a través de la aplicación de la medida coercitiva ‘limita las operaciones y el desarrollo de la industria biofarmacéutica que hace ciencia para una vida saludable’.
De acuerdo con un informe del país caribeño sobre los daños del bloqueo, entre abril de 2019 y marzo de 2020 los perjuicios al sector estratégico de la economía cubana ascendieron a 161 millones de dólares.
La industria es afectada cada año en cuanto a la investigación, fabricación y comercialización de sus productos, así como es limitado el intercambio académico y científico, apuntó el documento.
La intensificación de la política prolongada por seis décadas además priva al pueblo estadounidense de recibir los beneficios de fármacos desarrollados en Cuba y reconocidos a nivel internacional.
Así, por ejemplo, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, perteneciente al grupo, reportó ingresos dejados de percibir por la no exportación a la nación norteña del medicamento Heberprot-P, único de su tipo en el mundo para el tratamiento de la úlcera del pie diabético.
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