«Nacionalistas ucranianos lanzan ataques contra posible ruta de la misión del OIEA en la ciudad de Energodar. Además, el régimen de Zelensky lanzó una operación al sur del país, lo que aumenta doblemente las preocupaciones por la seguridad de la misión del organismo», detalló a RIA Novosti el miembro del consejo principal de la administración de Zaporozhie, Vladimir Rógov.
El funcionario precisó que las fuerzas ucranianas lanzaron proyectiles contra un sanatorio de la planta nuclear, sitio donde podría alojarse la comitiva de la entidad atómica.
Rógov añadió que en la madrugada de este martes, las tropas de Kiev volvieron a bombardear el territorio de la central con uso de artillería de gran calibre. “Dos impactos se registraron cerca del edificio de almacenamiento de combustible nuclear usado”, destacó.
Los autores del ataque tenían «la intención deliberada» de impedir la llegada de la misión del OIEA, aseveraron desde la administración de la ciudad de Energodar.
La comitiva del organismo internacional, encabezada por su director general Rafael Grossi, va camino a la central en un periplo iniciado la víspera, a donde llegará tras atravesar territorio controlado por el Ejército ucraniano, según confirmó anteriormente el portavoz presidencial de Rusia, Dmitri Peskov.
En este contexto de tensión en torno a la mayor central nuclear de Europa, un alto funcionario del Pentágono admitió este lunes en rueda de prensa que Ucrania podría haber atacado la zona de la planta.
«No quiero decir que los ucranianos no hayan disparado en esa zona porque creo que es probable que lo hayan hecho, pero en un buen número de casos, se está devolviendo el fuego de los rusos que están disparando desde esos lugares», afirmó.
Desde el pasado 5 de agosto, tanto autoridades locales como rusas denuncian los ataques directos contra la planta de Zaporozhie por parte de Kiev.
En ese sentido, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, insistió en que la continuidad de esas acciones bélicas podría desencadenar un «accidente nuclear con consecuencias catastróficas para todo el continente europeo».
En paralelo, no cesan las acusaciones сontra el Ejército ruso por los ataques y el agravamiento de la situación.
Sin embargo, Moscú dejó claro que sus militares no tienen ningún motivo para bombardear la instalación y que, por el contrario, trabajan en coordinación con los empleados con vistas a evitar un desastre radioactivo.
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