Carlo Bonomi, presidente de la Confederación General de la Industria Italiana (Cofindustria) informó, según señala este martes el diario Gazzetta di Parma, que en una reciente reunión de directivos de esa organización se debatió sobre la emergencia energética.
Participaron en la misma los presidentes regionales de esa confederación en Véneto, Enrico Carraro; Piemonte, Marco Gay; Lombardía, Franco Brucella, así como la de Emilia Romaña, Annalisa Sassi, entre otros líderes del sector en el norte del país.
Los mismos indicaron que mientras en 2019 los costos totales de electricidad y gas en el sector industrial de esas cuatro regiones ascendió a unos cuatro mil 500 millones de euros, en 2022 los sobrecostos pueden alcanzar hasta 41 mil millones de euros
A falta de medidas de contención de los precios de los recursos energéticos, apuntaron, se está paralizando el sistema empresarial italiano con el fuerte riesgo de desindustrializar el país y poner en peligro la seguridad y estabilidad social nacional.
Bonomi hizo un llamamiento a la ayuda del Gobierno italiano con el argumento de que la situación es de carácter extraordinario y urgente, porque es imposible mantener la producción con un costo tan diferencial en comparación con los competidores de otros países.
Las repercusiones, anticipó, no se verán solo en las empresas sino en el conjunto de la sociedad, con evidentes problemas de estabilidad social y económica para los trabajadores, las familias y el país entero.
Entre las medidas necesarias para controlar los costos de la energía los empresarios proponen al Gobierno la introducción de un precio tope del gas, así como la reforma del mercado eléctrico.
En medio de la actual campaña para las elecciones generales del 25 de septiembre, los industriales italianos señalaron que para evitar repercusiones económicas y sociales dramáticas todas las fuerzas políticas deben apoyar al Ejecutivo saliente.
En tal sentido demandaron que los partidos políticos apoyen de conjunto al Gobierno en sus actuales negociaciones para establecer un tope en el precio del gas, y en la aplicación de cualquier otra medida para enfrentar el problema energético, añade la fuente.
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