La presencia del republicano ocurre luego de la visita a principios de este mes de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en un acto que el Gobierno de Beijing calificó como una amenaza a la paz y estabilidad regionales.
La confrontación aumentó días después cuando cinco congresistas norteamericanos volaron a Taipéi y luego lo hiciera el gobernador del estado de Indiana, Eric Holcomb.
Según refieren medios de prensa estadounidenses, Ducey permanecerá tres días en Taiwán, entre otras cosas para intercambios con autoridades locales y promover vínculos comerciales.
La agenda pondrá énfasis en el sector de semiconductores, a pocas semanas de que Washington aprobara la Ley Chips y Ciencia, para impulsar la industria tecnológica, la investigación científica y recuperar la competitividad internacional.
El Ministerio de Comercio chino rechazó la normativa y aseguró que esta en sus disposiciones restringe las actividades económicas y de inversión normales de empresas relevantes en el gigante asiático, “lo que es discriminatorio y distorsionará la cadena global de semiconductores”.
Estados Unidos solo produce aproximadamente el 10 por ciento del suministro mundial de chips, cuando Asia concentra la fabricación de dichos componentes.
En ese contexto, Ducey pretende atraer a los proveedores para una nueva planta de la firma Taiwan Semiconductor Manufacturing Company proyectada en Arizona.
Washington y Beijing chocaron además a mediados de este mes tras el inicio de las negociaciones para un pacto comercial y de inversiones entre Estados Unidos y Taiwán, con una primera ronda para los acuerdos prevista el venidero otoño.
Las autoridades chinas condenaron estas conversaciones, instaron a la Casa Blanca a manejar de manera adecuada los nexos con la isla e insistieron en el principio de Una sola China como requisito previo para que Taipéi participe en la cooperación económica exterior.
De acuerdo con un reporte del diario China Daily, las secuelas de este persistente desafío afectarían al mundo entero, porque si estalla un conflicto crecería aun más la inflación, aumentaría el precio de los alimentos y empeoraría la crisis energética.
Antes del desfile de figuras del poder norteamericano, ya el presidente chino, Xi Jinping, había declarado a su homólogo Joe Biden en una conversación telefónica: “los que juegan con fuego se prenderán fuego a sí mismos”.
Mientras escalan las tensiones, persiste la pregunta de quién será el próximo político en recorrer a la isla reconocida por la Organización de las Naciones Unidas, y el propio Estados Unidos, como parte inalienable de China.
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