Claro que nosotros necesitamos el gas ruso. El fin de la guerra, declaró el funcionario, en alusión a la operación militar iniciada por Rusia en Ucrania el pasado 24 de febrero, abrirá la posibilidad para un regreso al comercio del gas con el país euroasiático.
Kremcher indicó al diario Die Welt que antes de finalizar esta década será posible cambiar algunas cosas en la esfera energética, pero pasarán decenas de años, antes de poder lograr una independencia de Alemania de los suministros del gas ruso, acotó.
Nosotros podemos ver ya como en medio del alza de los precios se destruyen las bases económicas de la producción. En Sajonia-Anjalt ya se cerraron varias empresas de fabricación de nitrógeno, alertó.
Pero ese problema se podrá ver dentro de poco en todas las otras esferas de la economía, consideró el funcionario germano, quien señaló que los retos financieros serán enormes, mucho mayores que las consecuencias de la crisis económica y financiera de 2008.
Sin embargo, el gobierno del canciller federal Olaf Scholz empeora la crisis con su lentitud, estimó Kremcher, quien llamó a hacer todo lo necesario para resolver la crisis energética, incluida la extensión del funcionamiento de tres centrales atómicas aún existentes.
El primer ministro de Sajonia también apeló a explorar la posibilidad de elaborar proyectos propios de explotación de yacimientos de gas en esta nación.
La Unión Europea (UE) puso en práctica el pasado año una política de protección del medio ambiente que incluía la reducción drástica de hidrocarburos en la producción energética, pero también incluyó en ese plan el cierre de todas las plantas nucleares.
Todo ello empujó a un alza de los combustibles, pues las fuentes de energía renovable resultaron insuficientes para cubrir la demanda nacional. A ello se unieron las sanciones aplicadas contra Rusia, después que el pasado 24 de febrero inició una operación militar en Ucrania.
Estados Unidos, Japón, Canadá y gran parte de los países de la UE aplicaron una guerra económica contra Rusia que incluyó el embargo gradual de la compra del petróleo ruso, excepto el suministrado por oleoductos, y vías para cesar la adquisición de gas a Moscú.
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