Un proyectil cayó sobre un bloque energético, aunque en el momento del impacto este se encontraba fuera de funcionamiento, explicó Alexander Volga, jefe de la referida administración, creada en el sector bajo control del ejército de Rusia, en la región ucraniana de Zaparozhie.
Volga recordó que el sistema de seguridad de los bloques de la planta nuclear de ninguna forma puede ser vulnerado con un solo ataque.
Los especialistas de la referida instalación, la tercera más grande de su tipo en Europa, realizan mediciones del fondo de radiactividad y por el momento este se mantiene en los parámetros establecidos y todo funciona correctamente, comentó el funcionario.
Expertos citados por la agencia TASS explicaron que las paredes de los bloques energéticos son de un metro de ancho, mientras las cúpulas pueden soportar el impacto de un avión de tamaño medio o cualquier objeto de hasta 10 toneladas que vuele a una velocidad de 750 kilómetros por hora.
Las tropas ucranianas insistieron en un fuego artillero en las últimas semanas contra edificios que forman el sistema de la central nuclear.
Uno de los proyectiles dañó el techo del inmueble donde se guardan los desechos radiactivos sólidos de la central, indicó la prensa.
Kiev, por su lado, argumenta que se trata de acciones de autoagresión de Rusia. Sin embargo, una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) viajó a la planta nuclear y constató los daños ocasionados por los ataques del ejército ucraniano.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, anunció el establecimiento de una misión permanente de ocho expertos, para estar al tanto de cómo se garantiza la protección y funcionamiento seguro de la mencionada instalación.
La misión del OIEA también se reunió con pobladores de Energodar, blanco de los proyectiles de la artillería ucraniana.
El pasado 24 de febrero, el presidente Vladimir Putin anunció el inicio de una operación bélica para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania, así como para atender llamados a la protección de su población hechos por las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Poco después, las tropas rusas se hicieron con el control de la referida planta nuclear y de la zona de la provincia de Zaparozhie situada al sur del río Dnieper hasta las costas del mar de Azov. Allí estableció una administración cívico-militar.
oda/to