El bombardeo con artillería causó daños a las protección de los conductos de comunicación del aislamiento de concreto, así como al depósito de agua destilada cercano al segundo reactor, afirmó la administración cívico-militar rusa de Zaparozhie.
Por el momento, no se reportan víctimas, declaró Alexander Volga, jefe de la mencionada administración, establecida en marzo pasado, después de asumir las tropas rusas el control de la ciudad de Energodar, donde se ubica la planta nuclear más grande de Europa.
Hasta ahora, no existe peligro alguno para la continuidad del proceso tecnológico en la referida instalación, señaló en su cuenta de Telegram el citado órgano, que dirige las actividades en la región de Zaparozhie al sur del río Dnieper hasta las costas del mar de Azov.
El pasado jueves una delegación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), encabezada por su director general, Rafael Grossi, visitó la planta de Zaparozhie, tras lo cual este último anunció la creación allí de una misión permanente de ese órgano.
Rusia denuncia que desde el pasado 5 de agosto, las tropas ucranianas atacan con fuego de artillería, incluido con proyectiles dirigidos, al territorio de la central nuclear, compuesta por seis bloques, de los que solo uno quedó activo por problemas de seguridad.
La parte ucraniana especula sobre supuestas acciones de autoagresión por parte de Rusia y exige la creación de una zona desmilitarizada.
El pasado jueves, en vísperas de la visita del OIEA, el Ministerio ruso de Defensa informó que sus fuerzas, incluida la aviación, destruyeron un grupo de sabotaje ucraniano, compuesto por 60 comandos, que intentó desembarcar en un embalse cerca de la planta.
Las tropas rusas tomaron el poder de la referida parte de Zaparozhie, luego que el pasado 24 de febrero el presidente Vladímir Putin anunció el inicio de una operación bélica especial para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania.
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