El mecanismo regional de integración expresó en un comunicado que ese acto “constituye una vulneración a los derechos humanos básicos” de la tripulación como la libertad de movimiento y el respeto a la dignidad personal.
Denunció, asimismo, que forma parte de una nueva maniobra de incumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional, basada en las “ilegales medidas coercitivas unilaterales aplicadas contra Venezuela”.
La Alianza ratificó el inquebrantable compromiso con los postulados de la “Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz” de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, ante cualquier acción que intente lesionar el espíritu de cooperación y amistad entre los pueblos de naciones hermanas.
Los Estados miembros del ALBA-TCP se sumaron a la exigencia del pueblo y Gobierno de la República Bolivariana por la liberación de la aeronave Boeing 747 y su tripulación, retenidos de manera ilegal por las autoridades judiciales de Argentina, subrayó la nota.
El avión perteneciente a la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur, filial de la aerolínea venezolana Conviasa, fue secuestrado, según las autoridades de Caracas, mientras participaba en diversas tareas de ayuda humanitaria en la región, en respuesta a desastres naturales.
En declaraciones recientes, el presidente Nicolás Maduro subrayó que la nave aérea no incurrió en ninguna ilegalidad nacional ni internacional en Argentina y aseguró se trata de una maniobra contra la República Bolivariana.
Ratificó que están haciendo una defensa legal para recuperar de “sus secuestradores al avión”, el cual tiene casi tres meses sin poder salir de la nación sudamericana con su tripulación, sobre quienes no pesa ninguna orden ni juicio, expuso.
El jefe de Estado aseguró que más temprano que tarde se hará justicia de esta maniobra, promovida desde los Estados Unidos y a cargo del Buró Federal de Investigaciones.
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