Ubicada en la ciudad de Leipzig, la institución cultural exhibe una amplia selección de artículos, cuyos sonidos ofrecen un panorama del ambiente experimentado por el músico en su época, detalla su página web oficial.
Diseñada por Erwin Stache, la sala conjuga los sonidos que acompañaron a Bach durante su vida cotidiana como platos de estaño, campanas o una lata de rapé, al tiempo que constituye un espacio creativo abierto a la experimentación.
Bach escribió música de inquietante belleza, penetró en las profundidades de los diferentes géneros musicales y llevó el arte de la composición a una cumbre sin igual, apunta la presentación de la iniciativa que intenta responder a las interrogantes relacionadas con su rutina, influencias e inspiración.
«La nueva sala de composición, puede activarse como desee: haga que objetos como un molinillo de café o una caja de rapé suenen en la mesa de composición», señala el texto, mientras invita a explorar las sonoridades relacionadas con el músico y crear su propia canción.
El proyecto se inserta en las acciones que desarrolla el museo para ofrecer nuevas miradas a la vida de Bach, fomentar el estudio de su legado y promover su influencia en la escena musical contemporánea.
mem/lbl