Especialistas de la Institución de Oceanografía Scripps de la Universidad de California en San Diego capturaron imágenes en alta resolución con drones marinos, que muestran tanques ubicados a 900 metros debajo de la superficie, en una zona que se estima fue de desechos tóxicos en la época del conflicto global.
Los investigadores sospechan que dichos toneles contienen diclorodifeniltricloroetano (DDT), sustancia muy utilizada en décadas anteriores para eliminar insectos de cosechas agrícolas o portadores de enfermedades, como la malaria y el tifus.
Aunque los científicos no cuentan con pruebas suficientes para describir la exacta afectación a largo plazo de este tóxico en la vida marina, sí encontraron evidencias de la sustancia en delfines muertos aparentemente por causas naturales.
Además existen estudios que demuestran marcas multigeneracionales del DDT en seres vivos, y hasta se le ha relacionado con el cáncer en los leones marinos.
Reportes históricos más recientes muestran a las empresas industriales del sur de este territorio, utilizando la cuenca como vertedero hasta 1972, cuando se promulgó la Ley de Protección, Investigación y Santuarios Marinos.
Hasta el momento se desconocía la ubicación precisa y el alcance de dichos desechos en el fondo marino. Según las declaraciones de los investigadores, en el área se han vertido aproximadamente entre 350 y 700 toneladas de DDT.
El grupo de especialistas marinos incluyó a un equipo multidisciplinario de 31 científicos, ingenieros y tripulación, que realizaban operaciones de monitoreo las 24 horas, con dos vehículos submarinos. oda/ghp/alb