En ese contexto cientos de uniformados se concentraron en una protesta en esta capital para pedir mejoras en los salarios, las bonificaciones, los reglamentos y el equipamiento.
El Sindicato Nacional de las Policías Municipales organizó las marchas y expresó en su convocatoria “la profunda indignación y rechazo del gremio ante la falta de respeto y menosprecio por parte de los responsables del Gobierno”.
Su líder, Pedro Oliveira, dijo a medios de prensa que “es necesario un cambio estructural (…) que se ponga en valor la carrera de policía municipal en el país”.
Según Oliveira cerca del 90 por ciento de los agentes se sumaron a la huelga, mientras en las protestas participaron unas 600 personas.
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