Según un comunicado oficial, el mandatario expresó la voluntad de profundizar la cooperación pragmática en el comercio, agricultura y conectividad.
Pero al mismo tiempo consideró necesario unir fuerzas para proteger la seguridad y los intereses comunes de la zona, las naciones en desarrollo y de los mercados emergentes.
Xi también abogó por que China y Rusia refuercen la coordinación en el contexto de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), el grupo Brics y otros mecanismos multilaterales, con vistas a promover la solidaridad y la confianza.
Aparte de Putin, el mandatario del gigante asiático también conversó este jueves con otros dignatarios presentes en la ciudad de Samarcanda, en Uzbekistán, para participar en la 22 cumbre de líderes de la OCS.
En todos los casos repasó el estado de las relaciones bilaterales, y pidió luchar juntos contra la injerencia extranjera y las amenazas a la paz, estabilidad y seguridad en la zona.
Antes de llegar a la urbe uzbeca, Xi cumplimentó ayer una breve visita oficial a Kazajstán, recibió la más alta condecoración, dialogó con su par anfitrión, Kassym-Jomart Tokayev; y sus delegaciones firmaron acuerdos en varios terrenos.
Destacó el consenso para combatir entre los dos Estados el terrorismo, extremismo y el separatismo, así como el narcotráfico y el crimen transnacional.
Xi Jinping realiza su primera salida al exterior desde enero de 2020, cuando estuvo dos días en Myanmar.
Al escoger estos destinos evidencia la importancia que concede a estrechar los vínculos con los dos países vecinos y también con la OCS, creada en 2001 e integrada también por Rusia, Kazajstán, Kirguiztán, Uzbekistán, Tayikistán, India y Pakistán como miembros plenos.
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