Según informó el ente oficial encargado de vigilar el financiamiento de los partidos y de las campañas electorales, existen motivos razonables para sospechar que se cometió una o más infracciones.
Johnson, por su parte, negó este miércoles de forma categórica haber cometido alguna infracción, y afirmó que todos los pagos salieron de su bolsillo.
La respuesta es que yo cubrí todos los costos, y cumplí con todos los requerimientos que exige la ley, recalcó el gobernante conservador al ser interpelado al respecto por el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, en el Parlamento.
La remodelación del apartamento oficial del primer ministro británico, que según los medios costó más de 270 mil dólares, cobró notoriedad la semana pasada después que un exasesor del gobierno afirmó que Johnson quería que los donantes de su partido asumieran los gastos.
Aunque según la ley electoral británica no es ilegal que los políticos reciban donaciones, estos están obligados a declararlas para que el electorado conozca quienes son los donantes y si tienen alguna influencia en sus decisiones.
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