Durante las horas que permanecerá en Cardiff, el soberano, que accedió al trono tras la muerte de su madre, la reina Isabel II el 8 de septiembre pasado, asistirá a un servicio religioso, y recibirá las condolencias de parlamento local, como ya hizo en Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte.
El monarca de 73 años tiene previsto retornar a Londres para asistir junto a sus tres hermanos a una vigilia ante el féretro de su progenitora en la capilla ardiente instalada el miércoles en la sala principal del Palacio Westminster.
Carlos III, la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo permanecerán en silencio durante 15 minutos ante al ataúd ubicado sobre un catafalco en el centro del salón del vetusto edificio que ahora sirve de sede del Parlamento británico.
Según datos extraoficiales, más de 30 mil personas desfilaron hasta el momento ante el féretro de Isabel II, quien falleció a los 96 años, luego de siete décadas de reinado.
A las 08:45 hora local de este viernes, la aplicación online abierta por las autoridades para orientar a los dolientes que desean rendir tributo a la monarca advertía que la cola para acceder al Palacio de Westminster tenía una longitud de ocho kilómetros, y calculaba el tiempo de espera en al menos 11 horas y media.
La capilla ardiente permanecerá abierta al público hasta el lunes a las 06:30 hora local, cuando el féretro será trasladado a la contigua Abadía de Westminster para la celebración de los funerales de Estado, en presencia de decenas de jefes de Estado o Gobierno, miembros de la realeza de otros países y otros invitados.
Una vez concluido el funeral, el cadáver de Isabel II será llevado al castillo de Windsor, en las afueras de Londres, para ser enterrado en una ceremonia privada ese mismo día en una capilla familiar de la iglesia de San Jorge, donde también reposan su padre Jorge VI, su madre Isabel, su hermana Margarita y su esposo Felipe.
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