Según el documento el importe desembolsado durante los primeros ocho meses del año «ya está muy por encima del coste observado cada año desde 2017, que fue de tres mil 500 millones de euros de media anual”, si bien esta valoración «no incluye los efectos de la sequía ni algunos de los daños en los cultivos, cuya experiencia de pérdidas se conocerán más adelante», añadió.
Este incremento se explica debido a una mayor frecuencia de fenómenos climáticos inusuales en determinadas épocas del año, o por su especial violencia, y también por el aumento del precio de los materiales de construcción necesarios para las reparaciones.
Además, y debido a la elevada inflación, el gobierno francés invitó a las empresas a contener los precios, como gesto en favor del poder adquisitivo de los franceses, y en concreto el ministro de Economía, Bruno Le Maire, señaló que “no hay razón para que las aseguradoras no contribuyan también al esfuerzo colectivo”.
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