En Quito, capital del país, decenas de mujeres se reunieron en los exteriores de la Fiscalía de Pichincha, en el centro de la ciudad, y desde allí reclamaron celeridad en la indagación abierta para esclarecer el hecho.
Bernal fue vista por última vez el 11 de septiembre pasado, en la Escuela Superior de Policía, donde fue registrado su ingreso, para visitar a su esposo, un oficial que trabaja en la instalación.
Varios colectivos feministas, entre ellos Mujeres por el Cambio, se sumaron a la concentración.
Sobre lo ocurrido, una de las voceras del grupo precisó que la Policía Nacional y el Estado tienen responsabilidad, por lo sucedido con Bernal, debido a la falta de controles suficientes en la institución. El plantón también fue espacio para demandar al Gobierno nacional políticas públicas destinadas a frenar la violencia contra la mujer, los feminicidios y la inequidad de género.
Ibarra, Loja,Cuenca, Guayaquil y Machala fueron otras de las urbes donde parte de la población se congrega para exigir justicia por lo sucedido a Bernal y por otros casos de féminas reportadas como desaparecidas o muertas en actos violentos.
Por su parte, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, informó de la desvinculación de los uniformados involucrados en los sucesos de la desaparición de la abogada, cuyo cónyuge, el teniente Edgar Cáceres, es el principal sospechoso.
En medio de la investigación ingresó una acción de Habeas Corpus contra el titular, por el caso de María Belén Bernal.
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