Expertos e inversionistas esperan que, como resultado del encuentro de dos días, la entidad bancaria anuncie mañana una nueva subida de los tipos, que llevará la tasa de interés oficial a una horquilla entre el tres y el 3,25 por ciento.
Se prevé un incremento de 0,75 puntos -algunos analistas consideran que podría llegar a un punto-, por lo que constituirá la cuarta alza consecutiva desde el pasado mes de marzo y colocará la tasa en su nivel más alto en los últimos 14 años.
La Fed no cesa en su empeño de reducir la tasa de inflación hasta el dos por ciento y para ello no dudará en aprobar otro «aumento inusualmente grande» de los tipos, dijo durante la reunión de julio su presidente, Jerome Powell.
Luego, durante una charla en el Cato Institute, insistió en la necesidad de que la entidad mantenga una política monetaria restrictiva para bajar los precios, con el fin de evitar que los ciudadanos se acostumbren a la alta inflación.
«Debemos actuar ahora con franqueza, con fuerza, como lo hemos estado haciendo, y debemos seguir haciéndolo hasta que el trabajo esté terminado», insistió.
Una vez que se consiga estabilizar los precios, en algún momento será recomendable ir moderando el ritmo de subidas de tipos, reconoció también. Sin embargo, los analistas consideran que esa bajada está aún lejos.
En definitiva, los últimos datos de inflación mostraron que, aunque la tasa interanual del índice de precios al consumidor cayó dos décimas en agosto, hasta el 8,3 por ciento, en términos mensuales los precios subieron una décima respecto a julio.
Ante ese panorama, crecen las preocupaciones por una potencial recesión económica derivada del impacto generado por el alza de tasas.
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