Este año, la entidad regional aprobó la inclusión del sitio portugués que fue escenario de tres películas emblemáticas del director Manoel de Oliveira, entre estas, Douro, Faina Fluvial (1931), Aniki Bobó (1942) y El Puerto de mi infancia (2001).
La nómina contempla lugares y espacios simbólicos para el cine continental que, por su valor histórico, deben ser mantenidos y protegidos no solo ahora, así como para las generaciones futuras», refirió en un comunicado de prensa.
Según el director de la academia, Matthijs Wouter, en lugar de simplemente organizar los Premios de Cine Europeo, la Academia cubrirá la historia y las personas que hicieron lo que es el cine europeo hoy, afirmó.
Entre los 22 tesoros seleccionados figura además el Studio Babelsberg (Alemania), donde Fritz Lang realizó Metropolis (1927) y Wes Anderson filmó Grand Budapest Hotel (2014).
Por Italia destacan la Fontana de Trevi en Roma, el escenario de La dulce vida (1961), de Federico Fellini, así como la costa de Francia, donde Agnès Varda rodó Las playas de Agnès (2008).
Cada año, la Academia busca agregar nuevas ubicaciones a esta lista de tesoros cinematográficos en tanto trabajará por el cuidado de ese patrimonio con nuevas audiencias.
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