En su mensaje a la nación, el mandatario ruso dijo que Moscú no puede dejar a la población de Donbás en manos de «verdugos», sin responder a sus aspiraciones de determinar su destino mediante un sufragio popular.
Los parlamentos de Donetsk y Lugansk, junto con las administraciones cívico-militares de las provincias de Jersón y Zaporozhie, decidieron celebrar votaciones que les permitiera determinar su futuro y pidieron el apoyo de Rusia.
Desde el pasado 24 de febrero, Rusia desarrolla una operación militar especial en Ucrania, luego de que las regiones de Lugansk y Donetsk solicitaron ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
En el transcurso de la operación, las tropas rusas lograron extender su control a la totalidad de la provincia de Jersón, así como a la costa del mar de Azov en la provincia de Zaporozhie.
En estos territorios se establecieron autoridades locales que anunciaron la intención de organizar votaciones con vistas a su integración a Rusia.
Igualmente comenzaron a retransmitir programas de radio y televisión en idioma ruso y a restablecer los vínculos comerciales con Crimea, territorio que se separó de Ucrania y se reincorporó a Rusia en marzo de 2014, tras el golpe de Estado en Kiev.
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