El mandatario significó que en medio de la situación difícil de desabastecimiento, cortes de electricidad y carencias que vive el país, con una parte importante de la economía paralizada, someterse a este proceso es una muestra del valor y la transparencia de la Revolución.
Al ejercer su derecho al voto declaró a la prensa que tales circunstancias adversas son resultado de la política hostil de Estados Unidos hacia la isla, sobre la cual mantiene un bloqueo económico por más de seis décadas, recrudecido por varias medidas adoptadas por el expresidente Donald Trump (2017-2021).
Señaló que la actual administración ha sostenido su aplicación, si bien recientemente anunció algunas acciones que consideró van sobre el camino correcto, aunque todavía son muy limitadas.
A pesar de este escenario e independientemente del resultado del proceso electoral, remarcó Díaz-Canel, la sociedad cubana ya ganó con el debate popular que generó la construcción de la ley.
Todos miramos más hacia las familias, hacia la sociedad, todos aprendimos más cuáles eran nuestras realidades, subrayó el presidente y agregó que puso a pensar en temas que antes no estaban en el interés de muchas personas.
El mandatario reafirmó su convicción de que la mayoría votará a favor de la nueva ley, pero dijo que en temas donde hay diversidad de criterios y en medio de una situación compleja también puede haber votos de castigo, de personas que sin tener algo contra del Código decidan vetarlo porque tienen algún disgusto o inconformidad.
Eso también es legítimo, insistió, aunque apeló a la conciencia de todos, pues no es posible esperar a resolver los problemas económicos para después avanzar con una norma que garantiza derechos y para cuya entrada en vigor es preciso un gran esfuerzo de varias instituciones.
Creo mucho en la participación y sabiduría de nuestro pueblo, y creo que hemos trabajado con transparencia y cumplido con el mandato constitucional, al realizar la consulta popular y el referendo en el tiempo establecido independientemente de la situación, remarcó.
El presidente catalogó al Código de las Familias como una obra monumental, por su profundidad y envergadura, y resaltó los dos procesos de participación a los que fue sometido, inéditos para una ley individual, pues solo se aplicaron a la Constitución.
Vamos en el camino de ampliar más el ejercicio democrático y participativo dentro de la construcción socialista, enfatizó el jefe de Estado, y valoró ese proceso como un aporte al modo de legislar en la nación caribeña.
Emplear los criterios de expertos, las investigaciones y las opiniones de la población forman parte ya de la manera de construir las normas jurídicas y las políticas del país, lo cual garantiza un enfoque más humanista, aseguró.
mem/kmg