Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, calificó a Washington como “la superpotencia de las sanciones”, pues incrementó las medidas de castigo contra 40 naciones hasta 933 por ciento entre los años 200 y 2021.
Según denunció, con dicha postura la Casa Blanca violó los principios y propósitos de la carta de la Organización de Naciones Unidas, generó un impacto negativo para casi la mitad de la población mundial, incrementó las crisis humanitarias y perturbó el orden económico y comercial internacional.
“Amenaza el derecho a la vida, desafía el derecho a la autodeterminación, socava el derecho al desarrollo, y constituye una violación sistemática, persistente y a larga escala de los derechos humanos”, indicó.
Wang urgió a los congresistas estadounidenses a reflexionar sobre las secuelas de las sanciones unilaterales, en momentos de la mayor inflación en décadas en su país.
Urgió a apostar por la cooperación, alejarse del conflicto, apegarse al multilateralismo y la solidaridad.
“Estados Unidos necesita escuchar el llamado justo de la comunidad internacional, frenar su actitud hegemónica de imponer deliberadamente sanciones y jugar un rol constructivo en promover la paz y el desarrollo del mundo”, concluyó
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