Según difundieron medios televisivos, al comparecer ante ese organismo judicial el acusado declaró que es inocente de los asesinatos y torturas contra opositores políticos que se le imputan durante la ola de violencia desatada en 2013, tras ser derrocado por Seleka el entonces presidente Francois Bozize.
Me declaro inocente de los siete cargos que se me imputan, manifestó frente a los jueces Abdel Kami, considerado por la fiscalía como un comandante con protagonismo en los sangrientos sucesos desatados en el mencionado período, en medio de enfrentamientos entre los Seleka y los antibalaka, partidarios de Bozizé.
De acuerdo con la acusación, el sometido a proceso judicial, quien estaba al frente de un complejo de la policía, supervisaba las operaciones de apresamiento y tortura contra simpatizantes del derrocado gobernante, muchos de los cuales resultaron asesinados.
Al margen del juicio, trascendió, por otro lado, que dos jefes del grupo antibalaka, nombrados Patrice-Edouard Ngaissona y Alfred Yekatom, también comparecen por estos días ante el organismo judicial, con sede en La Haya, bajo los cargos acusatorios de que cometieron también crímenes. Pese a la rúbrica en febrero de 2019 de un acuerdo de paz entre el gobierno y 14 grupos armados en República Centroafricana, aún milicias armadas controlan alrededor de dos terceras partes de este empobrecido país, con unos cinco millones de habitantes, según datos oficiales.
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