Basta con fijarse en lo que ocurre ahora entre Rusia y Ucrania, y en las fronteras de algunos otros países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), donde los riesgos de desestabilización son cada vez mayores, incluso en toda la región de Asia-Pacífico, precisó Putin.
El mandatario, quien intervino por videoconferencia en un encuentro con los jefes de los Servicios de Inteligencia de los países de la CEI, que se realiza en Moscú, señaló que Occidente está listo para atacar a cualquier país, convertirlo en epicentro de una crisis, provocar una revolución de color y una masacre.
«Todo esto lo hemos visto más de una vez», subrayó Putin.
Añadió que los organismos de Inteligencia están «en la vanguardia» de la lucha contra las amenazas y se enfrentan a muchas de las mismas tareas: garantizar la paz y la estabilidad en sus países, reforzar la soberanía nacional y promover el desarrollo de los lazos de integración.
“En esto, por supuesto, la coherencia y la cooperación de los Servicios de Inteligencia y Seguridad juegan un papel importante, y tenemos mucha experiencia en este tipo de trabajo conjunto, y debemos aprovecharla al máximo», detalló Putin.
Según el mandatario, el seguimiento de la situación actual se mantiene como una prioridad común.
«Es importante analizar los riesgos y desafíos emergentes, para determinar su naturaleza, escala y vector de desarrollo, y esta es la condición más importante para la neutralización efectiva de tales amenazas», aseveró el presidente ruso.
Además, agregó, la lucha contra el terrorismo internacional, la delincuencia transnacional, los grupos armados ilegales y contra el tráfico ilegal de armas y drogas sigue siendo uno de los ámbitos clave de la labor de Inteligencia.
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