El mandatario, líder del golpe castrense que en enero pasado derrocó al presidente Roch Christian Kaboré, anunció que hay negociaciones con militares que obvió identificar y recomendó gran prudencia ante “la movilización de ciertos elementos de las fuerzas armadas en Ouagdougou”, la capital del país.
La exhortación, difundida a través de la red social Facebook, añade que las conversaciones con los sublevados buscan restablecer la calma y advirtió que «el enemigo trata de sembrar la división», en alusión a los grupos islamistas que actúan en su país.
En tanto, uno de los sublevados dijo en condición de anonimato a una emisora radial británica que desean “un verdadero jefe que libere al país”, en aparente referencia a los movimientos armados islamistas asentados en este país desde 2015 cuyas acciones aumentaron en los último meses.
La asonada castrense de principios de año liderada por Sandaogo fue justificada en lo que la población y sectores políticos calificaron de ineficacia del presidente Kaboré en enfrentar la ola de ataques de los grupos armados islamista leales a la red Al Qaedaque y Estado Islámico.
Sandaogo prometió liquidar a esos grupos, pero los cruentos ataques islamistas aumentaron desde su llegada al poder y ulterior designación como presidente para una transición que se extenderá por lo menos dos años más a pesar de las sanciones de que objeto el país por la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.
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