La cartera detalló en un comunicado que siete de los nuevos casos se reportaron en la región de Tāmaki Makaurau y los otros dos en Wellington.
Las autoridades sanitarias dijeron que estaba previsto un aumento de los contagios durante la última semana, y que el crecimiento de esa cifra en Nueva Zelanda refleja las tendencias de la enfermedad en el extranjero.
No obstante, el ministerio aclaró que el riesgo general de contraer la viruela del mono en el país sigue siendo bajo; y las unidades de salud pública, a todos los niveles, recibieron asesoramiento para ayudar con la identificación de casos y la gestión de sus contactos.
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