En su más reciente actualización, la entidad confirmó 15 fallecidos en los departamentos Huehuetenango (ocho), Alta Verapaz (cinco) e Izabal y Suchitepéquez (uno cada uno); en tanto hay tres personas desaparecidas.
Además, seis mil 419 están en riesgo, 12 mil 90 clasifican como damnificadas, unas 22 mil 896 fueron evacuadas y casi siete mil permanecen en albergues.
En cuanto a daños, el reporte contabiliza mil 478 viviendas en riesgo, mil 639 con daño leve, nueve mil 778, moderado y 684, severo.
Asimismo, suman 166 carreteras y 28 puentes afectados, y siete carreteras y 11 puentes destruidos.
Los departamentos con más daños son Izabal, Alta Verapaz, Huehuetenango, Quiché, Petén, Zacapa y Suchitepéquez con la mayor cantidad de inundaciones y movimientos en masa registrados, de acuerdo con la Conred.
En las últimas horas, equipos de rescate evacuaron a familias que quedaron incomunicadas del caserío La Rozona, Panzós, Alta Verapaz; mientras que comunidades de Linda Vista, Cocolá Grande, Cocolá Chiquito, y Poxla en Huehuetenango reciben ayuda humanitaria mediante puente aéreo.
Estas últimas quedaron aisladas como consecuencia de deslizamientos de tierra en los municipios de Chiantla, San Juan Ixcoy y Santa Eulalia.
Por su parte, el Instituto INacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología mantiene el monitoreo de una onda del Este que ingresará al país el próximo sábado y sus efectos se sentirán a partir del domingo con precipitaciones intensas en suelos ya saturados no solo por el impacto de Julia, sino por la actual temporada de lluvias.
Desde febrero último, hay un saldo de muerte y destrucción, superior al de 2021, que demuestra la tibia acción gubernamental ante desastres pronosticados.
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