En una ceremonia que tuvo lugar en la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, afirmó que los 218 acuerdos alcanzados para beneficio de todo un país en lo económico, productivo, la salud, la educación y la vida general de los 18 millones de ecuatorianos.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Leónidas Iza, agradeció a los funcionarios del Estado por el esfuerzo y la voluntad durante los 90 días de negociaciones.
«Aquí el que no ha dado la cara es el presidente Guillermo Lasso», reclamó Iza.
El líder de la Conaie precisó que aunque hubo logros, en lo fundamental no se avanzó y en ese sentido mencionó, por ejemplo, los subsidios a los combustibles sobre los cuales no se alcanzó un consenso.
En relación con los temas en los que sí hubo progresos llamó a trasladarlos a otras instancias como la Asamblea Nacional para tramitar con urgencia el cuerpo legal necesario con el fin de implementarlos.
En el acto, Edgar Sáenz, en representación del Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicas del Ecuador (Feine) informó que la próxima semana se instalará una mesa de seguimiento para que los acuerdos no queden en papeles y se haga efectivo, pues «la lucha recién inicia».
Otra de las organizaciones que participó en los diálogos fue la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), cuyo líder pidió al ejecutivo cumplir lo plasmado en el acta porque «llevamos años haciendo reclamos a este y a otros gobiernos».
Representantes de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, que actuó como mediadora de las conversaciones, y de la iglesia católica resaltaron la importancia de esos encuentros a pesar de las diferencias y transmitieron un mensaje del papá Francisco de apoyo al proceso de reconciliación del país.
Esos diálogos fueron resultado del histórico paro de 18 días del pasado mes de junio y ante los resultados de las negociaciones el movimiento indígena informó que evaluará con sus bases los próximos pasos de la lucha.
A pesar del ambiente conciliador de la ceremonia, los ciudadanos advierten de un deterioro de la situación social con una agudización de la inseguridad, problemática que no formó parte de las mesas técnicas y que resolverla ahora es una prioridad para los ecuatorianos.
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