A tres semanas de las elecciones de medio término en Estados Unidos, la estrategia pretende captar más votos en un momento en que los azules (color que identifica al partido de gobierno) ven peligrar sus ajustadas mayorías en el Congreso federal.
El discurso del mandatario, en el Teatro Howard de Washington D.C, insistirá –a juicio de funcionarios de la administración- en la disyuntiva que los electores enfrentan este noviembre.
Tendrán que elegir “entre los republicanos que quieren prohibir el aborto en todo el país con sanciones penales (…) y los demócratas que quieren codificar (Roe v. Wade) en la ley para proteger la libertad reproductiva de las mujeres», opinan.
Biden y muchos demócratas han tratado de convertir este derecho en eje de la campaña tras la sentencia del Tribunal Supremo el pasado 24 de junio que eliminó el derecho federal al aborto, luego de haberse conseguido cinco décadas atrás.
Por ello, tanto en el ámbito político como en el oficial de la Casa Blanca, el presidente se ha centrado en las últimas semanas en la lucha a favor de este derecho.
Cuando su administración dio a conocer nuevas medidas para mejorar la protección del aborto a principios de este mes, Biden advirtió que «no se quedaría de brazos cruzados mientras los republicanos de todo el país promulgan políticas extremas».
Aprovechó para arremeter en ese sentido tras una propuesta del senador republicano Lindsey Graham, de Carolina del Sur, que impondría una prohibición federal de la mayoría de las interrupciones de embarazos a las 15 semanas.
Recuerda la cadena CNN que en un acto de recaudación de fondos de los demócratas en Nueva York el mes pasado, el gobernante describió el proyecto de ley de Graham como emblemático de que los republicanos se están volviendo «más extremos en sus posiciones».
Por eso, a medida que se acercan las elecciones de mitad de mandato -pautadas para el 8 de noviembre-, Biden intenta persuadir a los votantes de que necesitan elegir a más demócratas para codificar las protecciones de Roe v. Wade en la ley.
También prometió vetar cualquier proyecto que prohíba el aborto a nivel federal si los republicanos llegaran a tomar el control del Congreso.
Más de una docena de estados de la Unión aplicaron la prohibición desde la sentencia de junio, lo que afectó aquí a casi 30 millones de mujeres en edad reproductiva.
Aunque los demócratas esperan que el derecho al aborto motive a los votantes, una reciente encuesta de CNN/SSRS reveló que la economía sigue siendo el punto movilizador.
El 90 por ciento de los electores empadronados consideraron que la economía era “extremadamente o muy importante para su voto”, mientras el 72 por ciento de los entrevistados señaló el aborto.
Sin embargo, un sondeo de la Kaiser Family Foundation reveló que la cuestión del aborto era un factor clave de motivación para los votantes estadounidenses este año.
«Los votantes tienen que hacer oír su voz. Este otoño, Roe está en la papeleta. Las libertades personales están en la papeleta. El derecho a la privacidad, la libertad, la igualdad, todo está en la papeleta (del sufragio)», expresó Biden en junio.
Ayer, cuando se le preguntó por qué Biden se centraba ahora en cuestiones relacionadas con el aborto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, confirmó que el presidente se ha dedicado a hablar del «asalto» de los republicanos al derecho al aborto «durante los últimos meses».
La sentencia del Supremo en el caso Roe vs Wade el 22 de enero de 1973 determinó que la decisión de una mujer de interrumpir su embarazo entra dentro de su derecho constitucional a la intimidad.
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