Ante esa inminente catástrofe pidieron que se aumenten las donaciones, en tanto el equipo humanitario en Somalia revisó y elevó su llamamiento para 2022 de mil 460 millones de dólares a dos mil 260 millones, monto que en un 80 por ciento se destinará a dar respuesta a la sequía.
La revisión se consideró esencial porque las necesidades humanitarias aumentan considerablemente, dijo Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), tras la reconsideración del plan que está financiado en un 45 por ciento.
Se calcula que 7,8 millones de personas en Somalia están afectadas por la falta de lluvia, entre ellas más de 1,1 millones de desplazados.
Para ese país OCHA prevé una hambruna en los distritos de Baidoa y Burhakaba, en la región de Bay, entre este mes y diciembre, si la ayuda no llega a los más necesitados.
De su lado, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que miles de niños gravemente desnutridos corren el riesgo de morir en esa nación africana, por lo que instó a los donantes a aumentar su apoyo en medio de una sequía histórica.
«Sin una mayor actuación e inversión, nos enfrentamos a la muerte de niños a una escala no vista en medio siglo», dijo el vocero de esa agencia, James Elder, quien explicó a la prensa que cada minuto de cada día, un niño ingresa en un centro de salud para ser tratado por desnutrición aguda grave.
Las últimas cifras revelan que unos 44 mil menores desnutridos por falta de alimentos fueron hospitalizados desde agosto a la fecha, los que tienen hasta 11 veces más probabilidades de morir de diarrea y sarampión que los bien alimentados.
“Con tasas como estas, Somalia está al borde de una tragedia a una escala no vista en décadas», insistió Elder.
El funcionario explicó que el personal de ayuda humanitaria ha tratado a más de 300 mil niños por desnutrición aguda grave en lo que va de año, mientras que el transporte de agua de emergencia ha llegado a 500 mil personas en los últimos tres meses, pero los problemas de financiación persisten, afirmó.
Aunque en los últimos meses Unicef recibió fondos sustanciales de Estados Unidos, Reino Unido y la Comisión Europea, Elder subrayó que el financiamiento a largo plazo será fundamental para evitar que la hambruna se repita una y otra vez.
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