Los investigadores, del servicio meteorológico (Météo France) y del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia, utilizaron un nuevo método para evaluar el calentamiento global que les movió a realizar “una revisión al alza de los estudios anteriores de hasta el 50 por ciento” de las temperaturas medias que sufrirá el país para el año 2100.
Aurélien Ribes, autor principal del estudio, señaló que “las observaciones recientes sugieren que Francia se ha calentado y seguirá calentándose más y más rápido de lo que se pensaba”, teniendo en cuenta que la cifra promedio de 3,8 grados correspondería a un descenso de la emisión de gases de efecto invernadero acorde a las políticas actuales, que no llegan al nivel del Acuerdo de París.
Pero si debido a los efectos de la crisis global de la energía la contaminación de gases de efecto invernadero aumentara, la temperatura media en Francia podría ascender 5,6°C, o incluso 6,7°C en un escenario de catástrofe que ahora se considera inverosímil, explicó.
En Francia, estas emisiones proceden principalmente del transporte (31 por ciento), la agricultura (19 por ciento) y la industria (19 por ciento), y aunque disminuyeron en los últimos años, fue a un ritmo muy insuficiente tal y como señaló en junio el Alto Consejo del Clima.
La investigación utilizó por primera vez el enfoque utilizado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en su último informe de 2021, que consiste en utilizar las lecturas de temperatura realizadas en los últimos años para «reducir la incertidumbre de las previsiones futuras».
De ese modo los científicos pudieron confirmar que el calentamiento ya observado en Francia (+1,7°C), es superior a la media mundial (+1,1°C), y que este aumento de la temperatura también provocará en los próximos años un incremento de la intensidad de los fenómenos climáticos extremos (olas de calor, sequías, etc.).
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