A menos de tres semanas de los comicios de mitad de mandato, los sondeos corroboran la impopularidad del presidente Joe Biden.
Funcionarios de la campaña demócrata rechazan las predicciones de un noviembre sombrío, algunos confían todavía en que existen argumentos sólidos para convencer a los votantes.
“Vamos a mantener la Cámara (de Representantes) porque estamos cumpliendo con el pueblo estadounidense”, según dijo el congresista Sean Patrick Maloney, de Nueva York, presidente del Comité de Campaña Demócrata del Congreso.
Para Maloney “los millones de puestos de trabajo creados en el último año, así como la distribución de vacunas y los esfuerzos para reducir los costes sanitarios” son factores que inclinarán la balanza a favor del partido identificado con el color azul.
Sin embargo, medios de prensa y sondeos hablan de la polarización, el voto dividido y la inflación, esto último como el gran tema que sigue dominando las preocupaciones económicas de los estadounidenses, lo cual para nada favorece a los demócratas.
De acuerdo con una encuesta del Centro de Investigaciones Pew la economía es el asunto principal para los electores y los que opinan que es «muy importante» favorecen a los candidatos republicanos.
A tono con el estudio, el 79 por ciento de los empadronados afirmó que la cuestión de la economía será muy importante para su decisión de voto, el porcentaje más alto entre los 18 temas incluidos en la encuesta.
En ese sentido, la mayoría de los ciudadanos están muy preocupados por los precios de los alimentos y los bienes de consumo, la energía y la vivienda.
Respecto a la gestión de Biden, el estudio reveló que el 38 por ciento de los adultos aprueba su desempeño mientras que el 59 por ciento opina lo contrario.
Tal índice de aprobación es idéntico al de Donald Trump en un momento comparable de su presidencia y menor que el de otros presidentes recientes, subrayó la pesquisa.
Las elecciones intermedias del 8 de noviembre renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 del Senado; también entran en juego 36 gobernaciones y otros cargos a nivel estatal y local.
Los demócratas podrían perder su ajustada mayoría en una o ambas cámaras, un escenario que no sería nada bueno para los dos años que le restarían a Biden en la mansión ejecutiva y mucho menos para la tolda azul en 2024.
rgh/dfm