A finales de septiembre, el Gobierno tomó la decisión de dejar en reserva dos centrales nucleares, Isar-2 y Neckarwestheim-2, en el sur de Alemania, recordó el político en una entrevista a la asociación editorial Redaktionsnetzwerk Deutschland.
Contrariamente a los acuerdos dentro de la coalición gobernante (el Partido Socialdemócrata de Alemania, el Partido de los Verdes y el Partido Democrático Libre), Scholz fue al encuentro de los liberales, que deseaban dejar las tres centrales eléctricas encendidas, opinó el diputado.
De acuerdo con Kindler, tal política fomenta la violación de los acuerdos y daña la credibilidad de la coalición.
El 19 de octubre, el gobierno alemán aprobó enmiendas a la ley de energía nuclear, que permiten no apagar las tres centrales restantes para el 1 de enero y extender su operación hasta el 15 de abril de 2023.
Las enmiendas deberan ser previamente aprobadas por el Parlamento, lo cual se espera suceda en la primera quincena de noviembre
En la actualidad, tres plantas de energía nuclear operan en Alemania: Isar-2, Neckarwestheim-2 y Emsland.
Se planeó apagarlas el 1 de enero de 2023, pero en medio de la crisis energética que vive la nación europea, se decidió extender su operación.
La decisión de eliminar gradualmente las plantas de energía nuclear se tomó en 2011 bajo el mando de la exmandataria alemana Angela Merkel.
En el contexto de la crisis energética, la cuestión de extender la operación de las tres plantas de energía nuclear podría generar un conflicto en la coalición gobernante, pues el Partido de los Verdes insiste en el rechazo rápido de Alemania de la energía nuclear.
La nación actualmente vive una crisis económica por el aumento de los precios del gas y la electricidad debido, en parte, a las limitaciones impuestas al energético procedente de la Federación de Rusia.
Mientras, la fecha límite para el uso de carbón en Alemania se fijó originalmente para 2038.
mem/amp