“Es necesario el entendimiento de las legislaciones para todos, incluida la población rural, para frenar el aumento de los casos de violencia sexual y de género”, señaló Samia durante el jubileo de plata de Mujeres en la Ley y el Desarrollo en África (Wildaf en inglés).
La mandataria encargó a los profesionales del derecho llevar a cabo una traducción eficaz de las leyes incluso al idioma suajili (lengua local) para que la información sea accesible para personas sin conocimientos jurídicos.
Un marco legal efectivo es una forma de apoyar los derechos de las mujeres, pues todavía hay leyes consuetudinarias que impiden que las mujeres prosperen, afirmó. Por su parte, la representante de Wildaf, Monica Mhoja, reconoció los esfuerzos del gobierno, en particular el establecimiento de oficinas de género en las estaciones de policía.
Sin embargo, agregó que los problemas de género aún persisten en Tanzania, sobre todo los relativos a la propiedad de la tierra.
Por cuestiones legales, las mujeres tanzanas no pueden ser dueñas de la tierra aun cuando el 60 por ciento de los alimentos que se producen en el país africano provienen del trabajo de las féminas.
Dicha limitación hace que la mayor parte de las ganancias de la producción vaya a parar a manos de los esposos o acompañantes masculinos.
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