Shulguinov denunció también que no es la primera vez que ciertos países desarrollados intentan utilizar los recursos energéticos como arma política y algunas naciones exportadores de gas como Irán y Venezuela lo saben por experiencia propia, precisó el funcionario, citado por la agencia de noticias TASS.
El titular agregó que fueron los países occidentales los que anteriormente acusaron en repetidas ocasiones a Rusia de poder utilizar los recursos energéticos como arma, chantajeando con la posibilidad de cortar los suministros.
Explicó que la presión de las sanciones sobre Rusia provocó la destrucción de las anteriores cadenas de suministro y la desestabilización de los mercados.
«En Europa, por ejemplo, los planes de abandono del gas ruso para 2030 provocaron un aumento sin precedentes de los precios del combustible, que multiplican las medias históricas, y son las personas comunes los que tienen que pagar por estas decisiones», afirmó el ministro ruso. Está claro que la crisis actual es de carácter artificial, y una de las principales razones son las restricciones unilaterales ilegales, subrayó.
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