Según un informe de esa agencia, la tasa promedio alcanzó el 7,08 por ciento, su nivel más alto desde abril de 2002, lo que conduce a un mayor estancamiento del mercado inmobiliario.
El dato representa un incremento marcado respecto a la tasa promedio de una hipoteca fija a largo plazo hace un año en esta misma fecha, cuando se situaba en el 3,14 por ciento.
Mientras, la tasa hipotecaria a 15 años registró esta semana una media del 6,36 por ciento, frente al 2,37 por ciento el año pasado.
En el caso de la hipoteca híbrida de tasa ajustable (ARM), indexada por el Tesoro a cinco años, se anotó una media del 5,96 por ciento, frente a la media del 2,56 por ciento en la misma semana de 2021.
En palabras del economista jefe de Freddie Mac, Sam Khater, «a medida que perdura la inflación, los consumidores encuentran costos más altos a cada paso, lo que provocó este mes nuevas caídas en la confianza del consumidor».
En ese contexto, muchos compradores potenciales de vivienda eligen esperar y ver dónde terminará el mercado, empujando la demanda y los precios de la vivienda «aún más a la baja», acotó.
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