El resultado fue el mismo de la semana pasada, ni la iniciativa presentada por La Francia Insumisa (LFI) ni la de Agrupación Nacional (RN), el partido liderado por la diputada ultraderechista Marine Le Pen, tuvieron éxito en el propósito de hacer caer a la primera ministra Elisabeth Borne y su Gabinete.
En el Hemiciclo, primero fracasó la moción de RN, apoyada solo por sus 90 diputados, y después la de LFI, que con 218 quedó a 71 de los necesarios para lograr la mayoría absoluta, propuesta acompañada por otras fuerzas del bloque de izquierda Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) y la extrema derecha.
Ya suman cinco las mociones introducidas en el Palacio Borbón en respuesta a la decisión del Gobierno de acudir al artículo 49.3 para adoptar proyectos de ley sin necesidad de un voto en la Asamblea, en este caso para impulsar la Financiación de la Seguridad Social.
Mientras en la oposición acusaron al ejecutivo de antidemocrático por esgrimir tres veces el polémico acápite, también aplicado para aprobar el Presupuesto 2023, el oficialismo justificó su postura con la alegada intención de sus rivales de bloquear las iniciativas.
En las elecciones legislativas de junio, la alianza gubernamental Renacimiento no pudo retener la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, por lo que perdió la libertad de hacer pasar proyectos sin obstáculos.
Al igual que en las votaciones previas de las mociones de LFI y RN, los conservadores del partido Los Republicanos descartaron apoyarlas, argumentando que cuando ellos quieran una iniciativa contra el Gobierno, lanzarán la propia.
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