El tema esencial de la protesta es forzar a la patronal a ir a la mesa de negociaciones y aceptar una subida de salario, sobre lo cual se mostró favorable la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Los gremios defienden el interés general y mientras algunas empresas están sacando réditos de la crisis energética internacional y las consecuencias de la guerra en Ucrania, los trabajadores la pasan mal y es legítimo expresarse públicamente, zanjó Díaz al espacio La Hora de la Uno de televisión española.
En ese sentido, Díaz, quien por su cuenta adelanta el proyecto Sumar, un movimiento de visos electorales hacia el próximo año, ponderó la urgencia de subir los salarios mínimos en España.
Los líderes de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Alvarez, y de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, encabezaron las marchas por el corazón de la capital española, que desembocaron en la Plaza Mayor.
Alvarez y Sordo coincidieron en remarcar que el alza de los sueldos es imprescindible para combatir la inflación, a la vez que advirtieron que de no avanzar en este sentido seguirá el conflicto en las calles. Buscamos mejoras laborales que nos permitan mantener el poder adquisitivo (…), la patronal está bloqueando los convenios colectivos porque quieren negarnos el incremento salarial, denunció la principal figura de la UGT.
Por su parte, Unai Sordo afirmó que España sufre una crisis de precio consecuencia del ascenso de los costes energéticos, “pero esto también se relaciona con la decisión de empresas y patronales de incidir en ese incremento de costes para salvaguardar sus márgenes y beneficios”.
Izquierda Unida (IU) mostró sus simpatías por la manifestación con respaldo absoluto y “participación muy activa” a través de su militancia, simpatizantes, cargos públicos y miembros de su dirección.
IU, que es parte de la coalición del Gobierno central como Unidas Podemos, argumentó que la negociación colectiva y su extensión al conjunto de sectores económicos y productivos es la “mejor fórmula para que las personas trabajadoras puedan avanzar en la mejora de los convenios en cuanto a derechos, igualdad de género, salarios o coberturas sociales”.
Aunque el recorrido por puntos de la capital como Atocha, la Puerta de Toledo y la Plaza de España tuvo un carácter combativo, se desarrolló de forma tranquila y con ambiente festivo.
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