Precisa el periódico digital que el éxodo fue de 98 mil 690 (2021) y 97 mil 030 (2022), de ellos uno de cada seis era menor de edad. En total, 16 mil 431 niños y adolescentes viajaron solo en el año fiscal 2022. La cifra supera incluso los 16 mil 404 detenidos en 2014, año de la masiva llegada de niños a la frontera sur de Estados Unidos.
El informe sale a relucir cuando miles de salvadoreños y nacionales de otros países esperan por una decisión de los tribunales estadounidenses para que se mantenga el Estatus de Protección Temporal (TPS).
El fallo sobre el TPS lo dará el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito con sede en San Francisco, California, y de él depende que más de 337 mil inmigrantes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Nepal puedan permanecer en territorio estadounidense o sean deportados.
Faltan poco menos de dos meses para conocer el fallo y los gobiernos afectados demandan de Washington una solución justa y de largo plazo.
Tanto salvadoreños como hondureños advierten al gobierno estadounidense de las consecuencias adversas que tendría la no extensión de la protección para una solución de la crisis migratoria que enfrenta Estados Unidos por la situación existente en sus vecinos del sur.
Según Eduardo Enrique Reina, Canciller de Honduras, si esas personas son deportadas eso significaría para los estados beneficiarios del TPS más desempleo, más violencia, más inseguridad alimentaria, menos oportunidades para las personas que en esos países, y muy probablemente en más migración irregular.
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