En el cuarto mes del año ese indicador creció 1,7 puntos, respecto a marzo y 30,8 por ciento comparado con igual mes de 2020, el parámetro más elevado desde mayo de 2014, acorde con el reporte mensual de la FAO sobre el tema.
En alza en la cotización en abril de la canasta de productos alimenticios básicos estuvo dada por aumentos considerables de los precios del azúcar, seguidos por los aceites, la carne, los productos lácteos y los cereales.
El dulce en abril escaló un 3,9 por ciento más que en marzo, con lo que alcanzó un nivel casi un 60 por ciento superior al registrado en 2020.
La variación fue atribuida a cuantiosas compras en un contexto de creciente preocupación por la disminución de la oferta mundial en 2020/21, a raíz del lento avance de la cosecha en Brasil y daños causados por heladas en Francia.
Los aceites vegetales por su parte experimentaron un aumento intermensual de 1,8 por ciento, a partir de una mayor cotización de los aceites de soja, colza y palma, la cual compensó el descenso de los valores del de girasol.
La carne fue el tercer renglón con aumento en abril, en 1,7 por ciento por encima al valor ligeramente revisado de marzo; séptimo aumento mensual consecutivo, que empujó el índice un 5,1 por ciento por encima del valor registrado en igual mes de 2020.
En particular, subieron los precios de las carnes de bovino y ovino, entre otras causas, por la sólida demanda de Asia oriental, ante la escasez de la oferta en Oceanía provocada por la reconstitución en curso de la cabaña ganadera y los bajos niveles de existencias.
Los lácteos en general registraron un alza en los precios del 1,2 por ciento desde marzo, la oncena consecutiva que a su vez catapultó el índice un 24,1 por ciento por encima del valor registrado en 2020.
Subieron los costos mundiales de la mantequilla, los de la leche desnatada en polvo y del queso, en casi todos debido a una mayor demanda de Asia y menores ritmos de producción de los previstos en Europa, como la disminución estacional de los suministros en Oceanía.
Mientras los cereales vieron subir su índice de precios 1,2 por ciento, con lo que ‘reanudó su ascenso tras un breve respiro de un mes en marzo’ hasta alcanzar un 26,0 por ciento por encima de su nivel en abril de 2020.
Responden a ese incremento la presión al alza resultante de la intención de sembrar una superficie más reducida de lo previsto en los Estados Unidos.
Las preocupaciones por las condiciones de los cultivos en la Argentina, Brasil y los Estados Unidos hicieron escalaran los precios del maíz un 5,7 por ciento en abril.
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