El realizador adelantó a la prensa en esta capital que antes de finalizar 2022 el filme debe proyectarse en las dos primeras naciones de la lista, para luego continuar las presentaciones en los primeros meses de 2023.
Sobre su proyección en Rusia, aclaró que no ha solicitado una licencia de distribución en el gigante euroasiático.
Según Sokúrov, tuvo una primera preocupación por la respuesta de los franceses tras su estreno en el Festival de Cannes, pero en general resultó bien. “Ellos realmente quieren verla”, dijo.
Manifestó que el interés tan amplio por el filme se debe, entre otras cosas, a su entonación y sincronización.
Destacó también el hecho de que la cinta no sea larga (dura una hora y veinte minutos), lo cual es una buena característica para una producción sobre un tema tan histórico. “No te cansas de ella, a pesar de la complejidad del contenido”, expresó.
Filmada en blanco y negro, Cuento de Hadas es una película ruso-belga que narra sucesos de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) de una manera surrealista.
La obra reflexiona sobre el papel del individuo en la historia y la responsabilidad de los líderes políticos ante sus conciudadanos.
En tal sentido, proyecta imágenes de Iósif Stalin, Winston Churchill, Adolfo Hitler, Benito Mussolini y Napoleón Bonaparte, elaboradas con medios técnicos de animación a partir de fragmentos de noticiarios, quienes en el filme se comunican, argumentan, expresan sus puntos de vista, reflexionan sobre su rumbo de vida, sobre lo que quisieron y lo que lograron.
En agosto pasado, la película fue estrenada para el público internacional durante el Festival de Cine de Locarno, en Suiza, y también se realizaron proyecciones en Corea del Sur y Japón.
Con más de 50 obras para cine y televisión, Sokúrov, establecido en San Petersburgo, es considerado por algunos críticos como el virtual sucesor del afamado director ruso Andréi Tarkovski, por sus películas, las cuales poseen una marca distintiva y alta realización estética.
Su filme Fausto obtuvo el premio León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 2011, mientras Francofonía ganó el lauro Feodora, a mejor largometraje euro-mediterráneo en 2015, también en la Mostra.
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