Las naciones ricas acordaron transferir 100 mil millones de dólares anuales a las menos avanzados, pero tal cantidad nunca se entregó, y gran parte de la otorgada fueron préstamos, un tema muy cuestionado en este evento.
Tenemos un problema de credibilidad, admitió el exvicepresidente de Estados Unidos Albert Gore durante su intervención en el segmento de alto nivel de la COP27.
Los discursos de los jefes de Estado y de Gobierno de las naciones del Sur estuvieron marcados por criticas y llamados a cumplir los acuerdos adoptados en esta materia.
África es la más afectada por el cambio climático, a pesar de que la cantidad de emisiones de gases invernadero que emite es baja, recordó el presidente de Djibouti, Ismail Omar Guelleh.
Mientras, el vicemandatario de Indonesia, Maruf Amin, destacó que el mundo no logró avances notables desde la Cumbre de Glasgow, celebrada el pasado año.
Por su parte, el jefe de Estado de Senegal y presidente pro tempore de la Unión Áfricana, Macky Sall, también remarcó la desigual contribución de las distintas regiones del planeta a ese fenómeno.
“Estamos a favor de la transición verde o simplemente de una transición equitativa, en lugar de que se tomen decisiones que perjudiquen nuestros procesos de desarrollo”, indicó.
El cambio climático es una pesadilla viva para millones de africanos, ni siquiera la vida silvestre se salva, alertó su homólogo de Kenya, William Ruto, quien instó a “salir de las discusiones abiertas” para pasar a acciones y estrategias concretas.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, denunció que “el Sur global permanece a merced del Norte global”, lo cual se traduce en disímiles asimetrías, entre estas, la introducción de equipamiento y modernas tecnologías amigables con el medioambiente.
En tanto, el mandatario de Colombia, Gustavo Petro, criticó los tratados constitutivos de la Organización Mundial de Comercio y del Fondo Monetario Internacional al señalar que van en contra de la solución de la crisis climática.
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