Este martes los estadounidenses votaron a su vez por el destino de 36 gobernaciones y una serie de puestos estatales fundamentales, desde secretarios de Estado hasta jueces del Tribunal Supremo, lo cual, sin dudas, influirá igualmente en el resto de la presidencia de Biden.
Hasta bien entrada la noche el control de la Cámara de Representantes y del Senado mantenía el suspenso e incluso con varias elecciones demasiado cerradas, es posible que los resultados finales demoren días y quizás semanas.
Pero entre lo más destacado de la jornada está lo acontecido en Florida, un estado que se vistió de rojo. Allí los candidatos republicanos consiguieron dar la vuelta a dos escaños demócratas, que fueron redibujados para favorecerlos.
Además, Ron DeSantis logró echarse en la bolsa al condado de Miami-Dade, que no había votado por un candidato republicano a gobernador en dos décadas, en una victoria rotunda, informaron medios locales.
A juicio de analistas ello podría establecer el precedente de un enfrentamiento con el exmandatario Donald Trump, por la nominación presidencial del partido en 2024.
Por su parte, el senador Marco Rubio derrotó a su contrincante demócrata, la representante Val Demings, asegurando su tercer periodo en el Congreso y consolidando aún más el control del Partido Republicano (GOP) en el sureño estado.
Hasta el momento no había una imagen clara de las contiendas más vigiladas en Virginia, New Hampshire, Rhode Island e Indiana, y en la batalla por el Senado, Michael Bennet, el legislador demócrata de Colorado, ganó la reelección sin contratiempos, poniendo fin a una carrera que se veía como un posible presagio de un golpe republicano, reseñó el diario The New York Times.
Mientras tanto, Maryland eligió a su primer gobernador negro (el demócrata Wes Moore) y Massachusetts a su primera gobernadora y además abiertamente lesbiana (Maura Healey, que devolvió ese puesto a los azules).
Biden dio una evaluación de la situación en caso de que los rojos tomen el control el Congreso, durante una recaudación de fondos el viernes pasado en Chicago.
«Si perdemos la Cámara de Representantes y el Senado, van a ser dos años horribles», admitió y dijo que «la buena noticia es que tendré una pluma de veto».
Los totales de votos anticipados apuntaron a una participación récord para un año de elecciones no presidenciales.
Más de 45 millones de ciudadanos empadronados ejercieron ese derecho de forma temprana, según cálculos actualizados.
rgh/dfm