«Vemos un deseo evidente de Estados Unidos y sus satélites de impedir los procesos objetivos de establecimiento de un orden mundial democrático justo, de debilitar los centros alternativos de desarrollo económico e influencia política, y de someter a todos a sus dictados», apuntó el informe.
En el comunicado, la Cancillería expuso que tal política conduce a fractura de los mecanismos de gobernanza global, lo cual atenta contra los cimientos del derecho internacional.
«Para la diplomacia rusa, la prioridad es la construcción integral de asociaciones a largo plazo, estables y mutuamente beneficiosas con países y sus asociaciones que muestren una actitud constructiva hacia el desarrollo de un diálogo con Moscú», refirió el escrito.
La Junta del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia emitió la declaración en presencia del canciller, Serguéi Lavrov, y el encuentro sirvió para actualizar el marco regulatorio sobre las actividades de política exterior.
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