Según advirtió la entidad sanitaria internacional, la continua falta de recursos de la fuerza laboral de partería es un síntoma de que los sistemas de salud no priorizan las necesidades de mujeres y niñas, ni reconocen el papel de estas profesionales, la mayoría del sexo femenino.
Además de atender partos, brindan atención prenatal y posnatal, así como servicios de planificación familiar, detección y el tratamiento de infecciones de transmisión sexual, entre otros.
Un informe reciente sobre el tema, divulgado por la OMS, insiste en que se necesita una mayor inversión en su educación y capacitación, pues de hacerlo para 2035 se evitarían aproximadamente dos tercios de las muertes maternas, de recién nacidos y mortinatos, con lo cual se salvarían 4,3 millones de vidas al año.
Se trata del informe sobre el estado mundial de la partería en 2021 elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la Confederación Internacional de Matronas y sus socios, y la OMS.
De acuerdo con el texto, el mundo se enfrenta actualmente a una escasez de 900 mil parteras, lo que representa un tercio de esta mano de obra necesaria a nivel mundial.
La pandemia por la Covid-19 ha exacerbado estos problemas, pues los servicios de partería se han interrumpido y las parteras se han desplegado en otras funciones de atención.
Un análisis realizado para este informe, publicado en la revista The Lancet en diciembre pasado, indicó que contar con todos los recursos brindados por parteras para 2035 podría evitar el 67 por ciento de las muertes maternas, el 64 por ciento de la pérdida de recién nacidos y el 65 por ciento de los mortinatos.
El informe sobre el estado mundial de la partería en 2014 también señaló este déficit y proporcionó una hoja de ruta sobre cómo remediarlos; sin embargo, especialistas aseguran que los progresos durante los últimos ocho años han sido demasiado lentos.
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