En el programa Ruta de la Humanidad, el embajador de la isla en Quito, Basilio Gutiérrez, resaltó cómo la comunidad internacional por trigésima ocasión se pronunció la semana pasada en la ONU en contra del cerco unilateral de Washington.
Muchos se preguntan por qué no ocurre nada si las naciones votan contra esas medidas coercitivas y es que las resoluciones de Naciones Unidas no son vinculantes, pero el rechazo internacional es un castigo político para la Casa Blanca, señaló el diplomático.
El bloqueo es una gran injusticia, es criminal, y esa opinión es la de muchos países del mundo, aseveró Gutiérrez, quien recalcó que esa política es el principal obstáculo al desarrollo de Cuba.
Paulina Pérez, la presentadora del programa, comentó que mantener vigente ese conjunto de sanciones contra el país caribeño a pesar del rechazo generalizado es una muestra de la prepotencia estadounidense.
Igualmente, la conductora ecuatoriana insistió en los efectos de las medidas del gobierno norteamericano en sectores como la salud, donde la escasez de recursos obliga a los profesionales cubanos a sobreponerse.
El pasado 3 de noviembre, 185 naciones (de las 193) votaron en Naciones Unidas a favor de una Cuba sin bloqueo, con solo dos en contra (Estados Unidos e Israel) e igual número de abstenciones (Brasil y Ucrania).
De acuerdo con analistas, la histórica posición de los países hace quedar a Washington en una situación de aislamiento, pues insiste en ignorar las voces que reclaman: “Deja a Cuba vivir en paz”.
Cubanos y amigos de la isla en Ecuador celebraron el triunfo diplomático, aunque sucesivas administraciones de la Casa Blanca ignoran los reclamos de la comunidad internacional.
El informe de La Habana presentado ante el organismo internacional detalla que solamente durante los primeros 14 meses de la administración de Joe Biden el bloqueo causó a la isla pérdidas por seis mil 364 millones de dólares
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