Mediante un comunicado difundido tras una reunión entre el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, y un mediador de la organización subregional, ambas partes instaron a tales entes foráneos, sin identificar, a deponer las armas de forma voluntaria.
También solicitaron a los ciudadanos congoleños a que unan esfuerzos para el logro de la paz en el este de Congo Democrático, y de esa forma alcanzar la estabilidad en esta área geográfica.
Tal declaración se da a conocer cuando en la parte oriental congoleña desde hace varios meses ocurren enfrentamientos entre el Ejército, con apoyo de la aviación, y el rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).
En los últimos días el M23 capturó la localidad de Kibumba, en la provincia de Kivu Norte, ubicada a unos 20 kilómetros al norte de la ciudad de Goma, de acuerdo con reportes de medios de prensa locales.
La formación insurgente, conformada por tutsis, recientemente conquistó otras demarcaciones en el territorio de Kivu Norte, incluida la localidad de Buhamba, refirieron las fuentes.
En reiteradas ocasiones las autoridades de Congo Democrático advirtieron que los combatientes del M23, los cuales operan en zonas norteñas de este territorio, fronterizas con Ruanda, son respaldados por el Ejército de Kigali, acusaciones que rechazó el gobierno de aquel país.
Los actos de violencia desatados en el este de la RDC en los últimos años provocaron el desplazamiento de unos cinco millones de civiles, en tanto, decenas resultaron muertos, según fuentes humanitarias.
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